La línea recta que soy
se llena de viento.
Mis fantasmas
cambiaron de residencia.
Hoy decido mi destino.
Quiero una mujer fértil
Una que pueda leer en
mi corazón
la intimidad del fuego.
Una que me abrace
y sienta que adentro
en lo que se sospecha
hay una casa con jardín
una cena para dos
y la posibilidad en un semillero.
Hoy decido que soy un hombre
uno que ha pintado su aliento
de amarillo para que me veas
llegar en varias direcciones.
Uno que aprende de la tierra
el silencio y las faces de la luna.
Uno que cuando abraza
se sabe bolero y poema.
Uno que se ajusta el suspiro
en el cuello
para otorgar perfumes
y sonidos insospechados.
1 comentario:
Lindo tu blog, Te sigo.
Besos.
Publicar un comentario