La larva que soy
incircunstancial
mira a través
de la zuela del zapato.
El cielo
matriz de la oscuridad
se alimenta de
soñadores.
Precipicio sin fondo
la posibilidad
de ser Dios.
Llueve
Los pájaros
se parten como espejos
Los ciegos
amanecieron tristes.
Como rama de bambú
ante el vendaval
el silencio en las palabras
se aparece en los sueños
se desenvuelve, todo,
en el cuerpo.